martes, julio 08, 2008

 

RESUCITA TU FE

La fe sin obras, es muerta.
Si queremos un carro, esperamos que aparezca, pero ¿quién dice que ahorrar no es fe? Recuerdo que un día, yo le dije: “Señor, yo tengo fe y la fe te agrada”. A nosotros nos gusta la fe, vivimos por fe; la gente que viene acá es motivada por la Palabra que compartimos, es la palabra de fe que dice el Evangelio. A veces somos muy místicos en nuestra fe y hay cosas que nos tenemos que mover a hacer, porque hay géneros que se mueven por obras. Dice la Palabra de Dios en Santiago 2:20. Tú crees que Dios es uno, bien haces, también los demonios creen y tiemblan. Y dice la Palabra: Mas quieres saber hombre vano que la fe sin obras es obra muerta. La fe para sanar al paralítico estaba en ellos, pero hasta después lo pudieron hacer. La fe sin obras, es muerta. La fe está viva. ¿No será que nuestra fe necesita ser estimulada? La fe logra cosas imposibles, cosas que nunca imaginamos que iban a pasar en tu vida ni en la mía. Sin fe es imposible agradar a Dios, pero ¿cómo es tener fe? ¿Qué es tenerla?
En Hebreos 12, usted mira todos esos grandes hombres de Dios. Hay partes incongruentes en nuestra vida, partes que dicen y hacen que las bendiciones de Dios agarren para otro lugar y que lo que Dios tenía un día para mí, tome otro rumbo.
Hay sueños que tenemos, como poner una casa para asilo de ancianos, bendecir gente. Hay cosas que hacen que nosotros, que nuestra fe valga. Dice la Palabra de Dios en el verso 21: No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo en el altar. ¿No ves que su fe actuó juntamente con sus obras? La fe necesita que haya obras para que nosotros actuemos. Uno ve una hilera de carros, casas, etc. Pero es cierto, provoquemos a Dios. Obras que alimenten a mi fe.
Usted tiene su fe, y hay fe que ha lastimado, que ha alimentado y de hecho, ha logrado cosas. Hay fe que usted ha hecho que muera. Dios tiene su forma de motivarnos. Se para Abraham y le entrega a su único hijo, su promesa, y delante de Dios, el Señor le hace una propuesta: “Ofréceme a tu hijo, entrégamelo”. Que Dios le da algo para quitárselo, para que usted retroceda en su fe, El no es así. Abraham llegó a entregar a su único hijo. Cuando lo hizo, él lo que le estaba haciendo era entregarle a Dios, estaba haciendo una obra. ¿No será que no recibimos porque no estamos haciendo algo? Si es algo que alimenta a nuestra fe, son nuestras obras. ¿Quieres resucitar tus sueños? Resucita tu fe. Hay gente que le ha entregado sus hijos al diablo, ¿cómo así? ¿No eran de Dios? ¿No les cantaste canciones de Dios? Ahora están en cosas de afuera, pero siguen siendo de Dios.

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