lunes, noviembre 06, 2006
Respetar la Verdad
PRIMERA PARTE
En cuestiones de valores y costumbres no todo da lo mismoPor Josh McDowell y Bob Hostetler
Por mucho tiempo pensé a que entendía a que se refería la gente cuando utilizaba la palabra tolerancia. Pero he descubierto que lo que la palabra significaba antes y lo que significa hoy son dos cosas drásticamente diferentes.
Como la nueva tolerancia enseña que todas las declaraciones acerca de las creencias, sistemas de valores, estilos de vida y verdades son iguales, no es suficiente que usted y sus hijos “vivan y dejen vivir”. No es suficiente que usted acepte el derecho de otra persona a creer o decir lo que piensa que es verdad. No es suficiente permitir a otra persona no estar de acuerdo con lo que usted cree o no.
Para ser verdaderamente tolerante (según la nueva tolerancia), hay que estar de acuerdo en que la posición de las otras personas es tan válida como la suya. Para ser verdaderamente tolerantes (dicen ellos), usted debe dar su aprobación, su respaldo, su sincero apoyo a sus creencias y en modos de actuar.
La “Declaración de Principios de la Tolerancia” de las Naciones Unidas afirma: “La tolerancia…incluye el rechazo del dogmatismo y el absolutismo.” ¿No es irónico que los que proponen la nueva tolerancia son tan dogmáticos acerca de su dogmatismo y tan absolutos acerca de su oposición al absolutismo?
El resultado, por su puesto es la muerte de la verdad. La verdad ya no existe como una realidad objetiva en el mundo de la nueva tolerancia, lo que quiere decir, a su vez, que la moral también ha muerto.
De acuerdo con la nueva tolerancia quien soy es inseparable de lo que hago, pienso y creo: mi identidad está envuelta en mi cultura y conducta ¡Por lo tanto, si usted expresa cualquier desacuerdo con mis creencias, me esta insultando! ¡Si usted dice que mi manera de comportarme es errónea, me esta juzgando! ¡Si usted no acepta mi estilo de vida, esta siendo intolerante conmigo!
El político francés Edgar Pisan dice: -“La intolerancia…no es simplemente la falta de solidaridad con otras personas; es el rechazo de los demás por lo que son, por lo que hacen, por lo que piensan y con el tiempo, simplemente porque existen”
¿Se da cuenta de lo que dice? Él no admite la posibilidad de aceptar y respetar a una persona sin aprobar y apoyar “lo que hace” y “lo que piensa.”
Como la nueva tolerancia opera desde la falsa suposición de que “lo que hago representa quien soy” para aceptar y respetar a alguien se debe aprobar y apoyar las creencias, sistemas de valores y estilos de vida de esa persona. Y, cuando no lo haga, usted será considerado intolerante y prejuicioso.
Esta actitud ha sido reflejada en el tema de la ordenación de pastores homosexuales. Cuando en 1998 la Iglesia Bautista de los Estados Unidos considero cortar los lazos que la unían con una iglesia de Austin, Texas, cuyo pastor había ordenado a un diácono homosexual. El pastor de Texas dijo: “Los homosexuales y las lesbianas y sus familias una vez más son dañados al oír que Dios los odia”. En respuesta a la observación de que los cristianos debieran amar al “pecador” pero odiar el pecado, él agregó: “Ellos, los homosexuales escuchan eso de la misma manera en que un afro americano escucharía: Amar el alma, pero odiar el color de piel, o una mujer escucharía: Amar a la mujer, pero odiar su sexo”.
¿Ve lo que el pastor estaba diciendo? Él igualaba lo que una persona es con lo que una persona hace. No reconocía distinción entre la persona homosexual y el comportamiento homosexual y, como resultado, llego a la conclusión de que si no se aprueba el estilo de vida de una persona, no se ama a la persona.
¿Cuál es entonces la respuesta eficaz, a una cultura atascada en la doctrina post modernista de la nueva tolerancia?
Un judío asiático que se enfrentó a una cultura anticristiana que lo persiguió y al final lo mató dijo una vez que hay “un camino más excelente” (1 Corintios 12,31) Es el camino del AMOR. Pero lo que sugiero no es demasiado simple porque el tipo de amor del que hablo, dista mucho de ser el amor que existe en la opinión popular. De hecho, creo que la razón por la cual la nueva tolerancia ha ido en ascenso en nuestra cultura es por que hemos fallado en comprender lo que el verdadero amor es.